Por: Germán Gaviria Álvarez
Implementar centros de distribución dentro de la cadena de suministro, surge de la necesidad de lograr una distribución más eficiente, flexible y dinámica. Se trata de asegurar una capacidad de respuesta rápida al cliente, de cara a una demanda cada vez más especializada.
Implementar centros de distribución dentro de la cadena de suministro, surge de la necesidad de lograr una distribución más eficienteA comienzos de 2008, Bogotá fue escogida por el Instituto Tecnológico de Massachussets, MIT, como sede del Centro Latinoamericano para la Innovación Logística, a través de un convenio por US$ 20 millones. Pero esto no es gratuito; Colombia no sólo tiene el perfil de aliados que estaba buscando el MIT, sino que es equidistante de los países latinoamericanos y, a excepción de 1999, ha tendido una expansión continua durante los últimos 70 años.

A esto se suma que el Gobierno colombiano ha identificado la educación, la investigación y la logística como fuentes fundamentales para alcanzar ventajas competitivas.
Yossi Sheffi, designado en Colombia para este propósito y profesor de ingeniería de sistemas y director del MIT-CTL, afirma que “hoy se compite con el mundo. Por eso quien no invierta en logística se expone a cometer errores costosos. La competencia va más allá de la infraestructura, incluye la capacidad para llegar al cliente de manera oportuna y con valores agregados. Esto se consigue con niveles de calidad y formación de los recursos humanos”.
De ahí la enorme importancia de entender el nuevo papel de los centros de distribución como parte del desarrollo logístico para la competitividad. Los centros de distribución ya no son las antiguas bodegas donde reposaba la mercancía y se despachaba sin un riguroso control de inventarios, se trata de centros de flujo dinámico de productos donde se realizan funciones complejas con el fin de imprimirle velocidad al inventario.
Pocas preocupaciones desvelan tanto a los empresarios como la manera de llegar a los clientes y generar valor a través de estrategias de logística. De ahí que los centros de distribución hoy desempeñen un papel fundamental en la cadena de suministro de las empresas.
Para Emmanuelli-Jiménez, presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico, “un centro de distribución es un almacén general o de refrigerados, en el cual se recibe, inspecciona, acondiciona, almacena, clasifica, se preparan y envían los productos a tiendas al detal, al por mayor o a otros centros de distribución fuera del país o en regiones apartadas”.
El objetivo de los centros de distribución, según Jiménez, “es poder hacer llegar los productos a su destino para la venta de la manera más efectiva, rápida y económica posible. El conocimiento para realizar este trabajo se conoce como la logística o gerencia de la cadena de oferta o suministros”.
El especialista explica que “los centros de distribución representan variables de competitividad que definen el éxito de las empresas de manufactura o de comercio de productos tangibles. Los centros de distribución aumentan su eficiencia si tienen un tamaño entre 5.000 y 100.000 m2, están mecanizados e interconectados mediante la informática con sus centros de abasto y las tiendas que reciben su mercancía, tienen personal especializado y se ubican cerca de puertos, aeropuertos, autopistas y en la región donde van a distribuir sus productos”.

La información, elemento clave

El objetivo del centro de distribución es dirigir la política respecto al nivel de inventarios hacia las áreas logísticas de la empresa, ya que un centro de distribución puede aportar una información confiable y desempeñar un papel protagónico en la depuración de obsoletos y excesos de inventario.
Esto es muy importante ya que si no se tiene una información confiable; es decir, si las cifras de inventario no son reales, en todas las áreas de la empresa verán información errada y se tomarán malas decisiones.
“Es frecuente ver empresas con excesos de inventario de referencias que el sistema ordenó comprar, pero que luego descubrieron existencias en el almacén. En cuanto a la depuración de obsoletos, el papel del centro de distribución no puede ser pasivo a la espera que las áreas de logística y mercadeo encuentren destino a los productos inactivos. Por el contrario, se debe estar actualizando permanentemente este inventario, participar en la generación de ideas que permitan una evacuación efectiva, muchas veces en el ambiente de centros de distribución se maneja información que puede ayudar a salir de los obsoletos, pero, por falta de comunicación y a veces de liderazgo, se pierden estas oportunidades”, afirma Rafael Marín Vásquez, Director de Logística Novaventas.

OPTIMIZACIÓN

Por eso no se puede hablar de rentabilidad, eficiencia y velocidad en la ejecución de las órdenes de recibo y de distribución de mercancía, sin tener presente la tecnología. Un paso necesario para aumentar la rentabilidad de la compañías, es eliminar la papelería innecesaria, que no haya formatos qué llenar ni esperas que retrasen los procesos de la cadena de suministro.
En el contexto del rediseño de procesos, señala Marín Vásquez, “se debe incorporar el componente tecnológico adecuado para acortar el ciclo. Se requiere mucho cuidado en este punto porque la tecnología por sí sola no es una solución; en muchos casos, mal aplicada empeora el servicio y se pierde la inversión. La experiencia muestra que la palabra clave en este tema es comunicación, invertir en tecnología de comunicación, EDI (Intercambio Electrónico de Documentos), código de barras, Radiofrecuencia, WMS (Manejo Inteligente de Almacenes), Internet, son algunos ejemplos que tienen hoy empresas exitosas y que han logrado constituir centros de distribución que realmente aportan al negocio”.
“Sólo se requiere tener los tres macroprocesos bajo control para asegurar el éxito en este sentido. Se trata de los procesos de recepción de mercancía, almacenamiento y despacho de productos, bien sea a las plantas de producción o a otros almacenes. El término ‘optimización’ no sólo se refiere a dar el mejor uso a lo que se tiene, sino en tener exactamente lo que se necesita. Se trata de tener las instalaciones adecuadas para que el flujo del proceso sea eficiente y adquirir los equipos indispensables para cada labor. Algunas veces las empresas se resisten a invertir en elementos para manipulación de materiales e información sin darse cuenta que los están pagando sin tenerlos”, concluye Marín Vásquez.

SENTIDO DE LOS CENTROS DE DISTRIBUCIÓN

En América Latina, en los últimos 40 años el aumento del tráfico de productos de un país a otro ha crecido exponencialmente, y los centros de recepción y distribución no sólo se han visto cada vez más forzados a aumentar sus áreas de trabajo, sino a implementar tecnologías para estar a la vanguardia en el mundo globalizado.
Los beneficios que traen las nuevas tecnologías para la recepción y el despacho de mercancías en los modernos centros de distribución son inmensos. Estos incluyen: reducción del tiempo de ciclo de órdenes, incremento de la exactitud de inventario, aumento en la completitud de órdenes perfectas, incremento en la productividad de los operarios del centro de distribución, incremento en la capacidad de ejecución del centro de distribución, incremento en la utilización del espacio, reducción en los errores de picking, reducción en los niveles de inventario, reducción de devoluciones y notas crédito, reducción de costos operativos.
Finalmente, los centros de distribución han desarrollado habilidades para ofrecer servicios de valor agregado para los clientes, incluyendo el posponement/kitting, customización de etiquetas y paquetes para clientes y el aumento de la visibilidad de los productos y las marcas en la cadena de suministro.